jueves, 17 de septiembre de 2009

Montepío

Esta vez decidí escribir acerca de un lugar realmente maravilloso que conocí hace un par de meses: Montepío.

Montepío se localiza en la sierra de los Tuxtlas al sur de Veracruz y a hora y media de Catemaco. La playa de este lugar se une con el rio Col y el rio Maquina. Muy cerca de Montepío hay hermosas cascadas de diferentes tamaños y temperatura del agua, así como lagunas y otras playas más pequeñas pero igual de bonitas. De hecho hay lugares donde se pueden practicar deportes extremos como kayak y rapel, además de viajar en lancha para trasladarse a distintos lugares, ya sea por mar o por río e incluso a través de la selva para conocer lugares que no son muy concurridos, debido a su localización.







Para conocer este bello lugar y cosas que no son muy comunes en su visita a Montepio, es recomendable tener un guía de la región, que puede ser desde un joven hasta una persona de mayor edad. Cabe mencionar, que adentrarse a lugares desconocidos como la selva y playas vírgenes puede resultar muy peligroso.





Por otro lado, un bocadillo típico de la región son los tegogolos, caracoles de agua dulce. Realmente son deliciosos preparados en sus diferentes variedades. Debo confesar que la primera vez que los comí no sabía que eran caracoles, pues mis padres sabían de antemano que no me los comería. Sin embargo, después de probarlos ya no me importo si eran caracoles, pulpo o camarones.



En la playa de Montepío puedes pasar del agua salada al agua dulce, pues los ríos que se unen al mar propician un ambiente especial, así que si no les gusta el mar, a unos cuantos pasos encontrarán el río. Para mí uno de los momentos más relajantes del día es el atardecer, por varias razones: en primera porque el sol no está a todo lo que da, así que puedes mirar perfectamente el horizonte y no broncearte hasta que te arda la piel; en segundo lugar porque puedes recorrer tranquilamente la playa y encontrar fácilmente conchitas y caracoles, de esos tipos que te venden muy caros en las tiendas establecidas, además de observar a los “cientos” de cangrejos esconderse entre la arena; en tercer lugar porque no hay muchas personas y puedes escuchar claramente las olas del mar y los cantos de las distintas aves que habitan allí; y en cuarto lugar porque en tan sólo unos instantes puedes ver desaparecer los colores anaranjados del cielo, y en su lugar encontrar un cielo increíblemente estrellado.

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